DIOS404


Imagen no significa aquí un calco, sino (…) que la propia cosa se aparece ante nosotros precisamente tal como está ella respecto a nosotros. Hacerse con una imagen de algo significa situar a lo ente mismo ante sí para ver qué ocurre con él y mantenerlo siempre ante sí en esa posición.

(Martin Heidegger, La época de la imagen del mundo)

 I. Introito

 De la imagen de Dios o de Dios en la imagen, ya que fuimos creados a imagen y semejanza. De ahí que por una parte los creadores de imágenes hayan sido siempre mirados con una cierta inquietud, quizá no tanto por su particular soberbia al pretender encapsular el tiempo o generar un universo paralelo, sino por su conocimiento en lo íntimo de lo insuficiente de las imágenes.01

Y es que nada hay más insuficiente que las imágenes para hablar de Dios, en tanto Dios es palabra, Ley, y 02por lo tanto, sólo ocupa el registro simbólico. Dijo Juan:

En el principio era el Logos, y el Logos era con Dios, y el Logos era Dios.

Y es bastante probable que, en este punto concreto, casi todos los cinéfilos hayan recordado el estremecimiento radical que, en su momento, les atravesó a partir de una pregunt  a situada en el final mismo de una de las grandes obras religiosas del siglo XX:

 

tumblr_o49f37WVUj1rby04wo1_500¿Por qué fue en el principio el Logos? Hay que advertir: aunque el Padre esté conjurado en esa frase, no se trata del Nombre-del-Padre lacaniano lo que está en juego. Porque el Logos, eso que era en el principio, no era simplemente la Palabra entendida como la institución de la Ley que garantiza el tránsito en el Edipo, ni el simple “saber científico” que correspondería a la traducción latina, claramente deficitaria, de Ratio por Logos. No. Logos en el original griego no sólo significa Palabra, sino también mostración, ofrecimiento, presencia, y por lo tanto, Verdad.

El Logos –por lo menos, en los escritos anteriores a Platón- se manifiesta como relámpago que trae la verdad por la mostración, y en el que, por cierto, se incorpora la discusión activa, el encuentro comunitario, la construcción mediante iguales

El Logos era, propiamente, una Verdad construida con todo el esfuerzo entre varios sujetos, y a la vez, el ejercicio mismo de su búsqueda, el esfuerzo de llegar a aquello que, por otra parte, resulta imposible llegar. Sólo en este sentido se puede entender que En el principio era el Logos, dejarse arrasar por la maravillosa novedad de un Dios que atraviesa el registro simbólico para deslizarse en el imaginario y conseguir, de alguna manera, que lo real no nos aniquile –por la vía de su simple presencia, o peor aún, de nuestro deseo.

tumblr_nndvbkDFkp1tq9q5vo1_r1_400Un Dios que des-vele, un Dios que muestre, que sea Aletheia, un dios que nos trae el Ser.

Ahora bien, ¿y qué papel juega el cine en todo esto?

II. Kyrie Eleison

 “La falta de dios sólo significa que ningún dios sigue reuniendo visible y manifiestamente a los hombres y las cosas en torno a sí estructurando a partir de esa reunión la historia universal y la estancia de los hombres en ella (…) Esa época de la noche del mundo es el tiempo de penuria, porque, efectivamente, cada vez se torna más indigente. De hecho es tan pobre que ya no es capaz de sentir la falta de dios como una falta”

(Martin Heidegger, ¿Y para qué poetas?)

Hay un cierto cine que, por decirlo de alguna manera, tiene un compromiso con el Logos. Dicho así, con toda su brutalidad. Un cierto cine que no esconde sus relaciones con las limitaciones en la búsqueda de la Verdad, del desvelamiento del mundo. Un cine que plantea el diálogo con el espectador, en lugar de inyectarle dogmas.

Ahora bien, conviene ser cauto e intentar desbrozar levemente qué demonios puede tumblr_n1sb4ek2Xe1r04g55o1_500significar eso del compromiso con el Logos. Conviene ser cauto en tanto los peores hermeneutas fílmicos religiosos suelen despreciar las normas del lenguaje cinematográfico para acabar convirtiendo las cintas en evidencias que les dan la razón, o a lo peor, justificando sus doctrinas en torno a la conducta de los personajes. Así, una cinta que retrate una vida ejemplar, por muy plana que resulte en su nivel formal, se enarbola y se celebra sin caer en menor postura crítica. Y al contrario, aquellas tensiones tumblr_odvs11ybxi1qzxeqqo2_500cinematográficas que hacen peligrar el aparataje cerrado del Dogma son condenados, silenciados, o simplemente ignorados. Eso explica, por ejemplo, que las lecturas católicas de Bergman a partir de los sesenta comenzaran a realizar piruetas en el aire para no hacerse cargo de la angustia y la desesperación que latía en obras como El silencio o La hora del lobo. Angustia y desesperación que están, en primer lugar, en la propia escritura cinematográfica y, sólo posteriormente, en la construcción narrativa. Angustia y desesperación que forman parte, en nada que el sujeto sea discretamente honesto consigo mismo, de la experiencia religiosa.

De ahí que para caracterizar el abismo de la Fe decida escoger un fotograma de The lords of Salem (Rob Zombie, 2012).

tumblr_o1trouwaPU1scjq2fo1_400La Fe, dicen, es un Don de Dios. Yo nunca he conseguido salir del laberinto acristalado de semejante afirmación y, peor que mejor, colecciono imágenes que intenten explicarme qué demonios podría significar tal cosa y, sobre todo, qué ocurre con los expatriados de la Fe.

Mi experiencia de la Fe no tiene tanto que ver con el final de Ordet (Carl Theodor Dreyer, 1955), sino con el final de The lords of Salem. Allí donde acontecía el milagro, aquí lo que queda es ese abismo en el que un símbolo lo domina todo: fragmentos arañados del Viaje a la luna que decoran los pasadizos del infierno.

tumblr_mzynybs3GG1qbxh0uo1_r1_400A Rob Zombie todavía no se le ha leído desde su registro teológico porque nos aterraría demasiado y, a la vez, nos daría una cifra demasiado exacta de lo que somos y en lo que nos hemos convertido.

Toda su tramoya de satanismo quinceañero descafeinado, su superposición de cuerpos mutilados y gamberradas varias esconde 03una muy amarga y profunda reflexión sobre la ausencia de ese Dios que, a nuestro pesar, ya no desvela nada

El Dios de la imagen se convirtió en Bergman en el Dios del silencio y, al igual que ocurría en los últimos minutos de Como en un espejo (Sasom i en spegel, 1961), se ha manifestado únicamente como huella de pánico en el vacío.

tumblr_n1fjkpohrs1qiz3j8o1_500 tumblr_n6b3nbJAs81qhl5xeo1_500La famosa violación imposible de Harriet Andersson entre las patas de un Dios-araña invisible podía ser un punto de inflexión en lo propiamente cinematográfico: no hay nada, salvo una sombra que se refleja en la pared y la huella vacía en el encuadre. Queda un aullido, un gesto de incredulidad, y después, simplemente, la quiebra.

De ahí que, volviendo a Zombie, su alambicado universo sólo sea la traducción estética de esa ausencia en un tiempo en el que ya apenas queda la posibilidad de mantener estrategias sutiles de mostración. De hecho, el fracaso de la modernidad fílmica se explica, ante todo, por esa dolorosa e incompleta decisión de no terminar de mostrar, de convertir en signo o metáfora aquellas parcelas de la realidad que se experimentaban como urgentes, oscurecerlas, poner un autógrafo de auteaur sobre los pasadizos que llevaban al infierno. A la contra, la reivindicación de Zombie es la de explicitar el fracaso de la imagen.tumblr_o8zmtyS14b1ut1d6co2_500

 

Mediante dos travellings de aproximación segmentados en el montaje, Zombie construye una especie de juego de espejos temporal, un bucle de imágenes.0405 Meliés rodó a su mujer delirando lo más alto (la perfección del cosmos, el mundo de las esferas, el Intelecto Agente), y ahora Zombie rueda a su mujer delirando lo más bajo (el infierno, el interior de la tierra, el territorio del fracaso de Dios). Donde Meliés había una celebración de la fantasía y de la posibilidad de su armonización con el saber y con la ciencia, Zombie nos arroja un barro textual difícilmente digerible que reivindica precisamente lo demoníaco como potencia creadora y la autodestrucción como sendero último del Ser.

tumblr_n28rqoMpkB1rblajqo1_500El aullido de Sheri Moon Lee es el gesto de aquel que, reencuadrado por la imagen (esa luna/aureola, pero también esos perros de metal que parecen protegerla y aterrorizarla al mismo tiempo), ya no puede hacerse cargo del Logos. Máxime cuando el Logos, después de todo, ha quedado reducido a una oración blasfema, una cháchara de ruido y furia.

¿Podría haber nacido el cine de Zombie sin la decidida desactivación de lo religioso que se ha experimentado en las últimas décadas precisamente por la vía de los fanatismos? ¿No es una reacción fílmica decidida al Cristo de Mel Gibson y a los canales de televisión que, empeñados en salvar a toda costa nuestra alma, no se atreven a ejercer un pensamiento en la búsqueda de Dios, sino que simplemente rubrican su certeza?

De ahí que, cada uno en su pequeña parcela de saber, puede reivindicar, si así lo desea, el pequeño diálogo con el pequeño dios que queda tras las cenizas de la Historia. Pero ya no se trata tanto de sembrar el pánico e invitar a la Guerra Santa (una moda bastante extendida, tumblr_n3gztcHUCI1twutcfo1_400por cierto, en los últimos meses en la prensa patria), sino de experimentar la capacidad para seguir buscando el Ser y el desvelamiento en, por ejemplo, la forma fílmica. Todavía nos queda conquistar una madurez que no tenemos y descender probablemente más hacia ese aullido que escribía Rob Zombie. Todavía nos queda desactivar la lógica de los discursos que creen tener todas las respuestas –la dichosa ortodoxia- y sólo desde el punto cero de la existencia, sólo desde la verdadera intuición del vacío, podremos de nuevo atrevernos a mirar ciertas imágenes y hacernos cargo, desde el corazón, de su verdadero, problemático, pero también compasivo desvelamiento del mundo.

 

Aarón Rodriguez Serrano

 

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Nota: Todas las imágenes pertencientes a Sacrificio (Offret, Andrei Tarkovsky, 1986), y The Lords Of Salem (íd., Rob Zombie, 2012)

—> Lo he vuelto a releer y me ha entrado un calambrazo de pánico y de pena al ver la conexión (fantasmal, inconsciente) que tiene el texto con los asesinatos de Charlie Hebdo. La verdad es que si hubiera escrito algo a propósito de los atentados, hubiera sido bastante parecido a esto  🙁