Las bragas de Juliana
En este juego que supone intentar resucitar la experiencia del cine solo he aprendido a dejar morir discursos para poder amar películas. Prefiero los quebradizos fracasos a la pulcritud de la recta línea del triunfo explicativo, y cómo no he encontrado todavía una película o un amor totalizante por ella que se ajuste a mí, debo seguir deconstruyendo los pequeños detalles que salvan la relación, mediante equilibrios más o menos mimosos y reconfortantes para ambas partes.
Suelo escoger el método de aproximación a la obra que resulte más atractivo a mis pasiones momentáneas, sin embargo, Maps to the Stars (tozuda, díscola y grosera sólo en apariencia como yo) ha necesitado de varios cambios estratégicos y tácticos, hasta desentrañar las verdaderas razones de mi crush. El texto que lanzo a continuación es un itinerario metodológico más que una crítica, tiene una pierna más larga que otra, camina a saltos según la disposición del lector y se alimenta de la propia obra de Cronenberg con más sombras que destellos.
Party girls don’t get hurt
Can’t feel anything, when will I learn
I push it down, push it down
1,2,3 1,2,3
Sinopsis más o menos extendida de la película en Internet:
ESTRATO 1: A lo que me sale a mí del coño que sea
Rodéalos por doquier de formas nobles, grandes, espirituales; enciérralos en un cerco de símbolos de la perfección hasta que la apariencia logre vender a la realidad y el arte a la naturaleza2
Hace ya meses en una reflexión perdida como balance de año de cinco o seis tuits (840 carácteres), me lamentaba de la languidez en derivas sociológicas que acusa nuestra crítica cinematográfica frente a la mejora de salud intertextual de la crítica musical anglosajona. ¿Y por qué no nosotros? ¿Cuál era el obstáculo para que los artículos que perseguían una contextualización (pocos, pero los hay magníficos) siguiendo dicha línea no me acabaran de entusiasmar? Iago Gonzalez apuntaba en la conversación a la falta de buenos cronistas que vehicularan entre cine y realidad. Yo le respondía más de puntillas sobre la intuición que en brazos de la certeza, que la música cómo poética, con su conjuntillo estructural de características, era una asignatura más fácil de obviar o manipular (dada la dificultad e ignorancia conceptual generalizada de sus partes) que la del democratizado lenguaje cinematográfico.
Llovieron en tropel artículos de politización de lo estético, más lecturas feministas que marxistas durante este par de meses y al fin, me decidí a conectar una película, cuyas imágenes me reconciliaban con un director al que le tengo poca estima –Cronenberg-, con una realidad sesgada a través de la SUPUESTA y sugerente temática. Abandoné por completo las armas estructurales en pos de una lectura social. Rollo: “PRUEBA A VER si hay más visitas en la web” y me entregué a distintas divagaciones del tipo: una crítica a la industria moribunda, la exclusión de una sociedad valida a personas más allá de edad media, crisis en la figura de una actriz, metalenguaje, puesta en abismo de la representación al tratarse de cine sobre cine y por supuesto, guiños sardónicos a la Internet. Lo intenté con verdaderas ganas hasta que en un tercer visionado, sus modos, o transformaciones en el relato como finalidad en sí misma, me revelaron algo bastante más interesante, :___ una serie de características neoclásicas. 💡 💡
– Una obra desarrollada en torno a una Arcadia (Hollywood en este caso, que como en The Canyons tan sólo es elemento decorativo del relato o pretexto) donde los personajes son desacoplados en un universo no contingente. Si eliminaramos el elemento geográfico,las tensiones entre sus personajes se desarrollarían sin cambios, la alusión al paisajismo americano, simbolicamente no es más que un guiño a la falta inciatica de pasado.
– Una trama donde los personajes son incapaces de luchar contra un destino o un inconsciente abocado a la tragedia
– Uno de los personajes Agatha que como Antígona perseguirá la muerte y el entierro de su hermano bajo sus propios ritos (poemas de Paul Eluard) en contra de una falsa ley encarnada en sus familiares corruptos por el incesto.
– Un cine que juega por un segundo esplendor, mediante la cita a falsas películas clasicistas, remakes y secuelas.
– Una falta de atmósfera en el plano compositivo o pictórico: más allá de los personajes los escenarios son asépticos, manchas de color al fondo de la pantalla que denotan una realidad en primer nivel – una mansión, un autobús, una limusina , una calle- . Es natural que los artistas de fin de siglo como Piranesi dibujaran extractos de arquitectura clásica falseada entre las sombras, de la misma forma que Cronenberg falsea las colinas de Los Ángeles con efectos.
– Dos procesos diferenciados a medida que el estilo avanza: la disposicion repertorial en formas sencillas con la sobriedad del plano medio y asimétrico en el encuadre frente a la mezcla de recursos, preponderancia del plano contraplano y el montaje alterno en la segunda mitad, rimando el exterior severo frente a las fantasías pesadillescas de sus personajes.
– El desplazamiento de un jardín pintoresco o la importancia de cierta arquitectura como reductos espirituales
– Los escorzos que no corresponden a miradas subjetivas sitúan al espectador en ámbitos irreales, alejados de cualquier ley gravitatoria o perspectiva naturalista
– Una intención que no busca caricaturizar sino representar una consideración real de las nuevas formas relacionales
– Un desprecio por la distinción entre géneros cuyo final con dos mártires de la belleza supone el triunfo de lo inmediato.
Esta peineta maravillosa que me plantó en la carusa es en cierta medida la certeza a mis intuiciones sobre la cuestión. ¿Y a qué cojones o con qué necesidad iba yo a traicionar la forma natural de un texto para hablar de lo que más nos rente? ¿Y cómo hablar de realidades colectivas con una película basada en la pérdida de consistencia del sujeto, sin coartadas políticas o ideológicas? ¿Y por qué esta dimensión estética, el estudio de una obra en cuanto a sí misma no parece rentar? ¿ Por qué se le escupe a la cara directamente?
Doy por válido que la estética y este breve análisis, que extendido podría ser maravilloso, carezca de utilidad y AÚN ASÍ, no jodería ninguna de las demás funciones o divagaciones que yo tenía en mente, o generalizando, que se puedan extraer de una obra, porque al abstraerla y hacer que comparezca sola, podremos seguir en campo no hostil con las demás lecturas. Sin embargo, y como es innegable que no comparecen solas, afirmó que todas las demás lecturas, es decir mis posibles divagaciones inmersas en esa especia de argumentación sociológica, especializada y pedagógica que parece buscar la crítica cultural, dependen invariablemente de los conocimientos y disposiciones del sujeto.
Todas las demás lecturas, están sujetas a lo que a mí (o en cualquier caso -> sujeto lector del texto) me salga del coño, haciéndolo extensivo a todos vuestros coños, faltaría más, y al menor o mayor talento que tengáis en argumentarlas. Y esto como ya preveía me cabrea dadas las futuras pretensiones, el simulacro de convertir la crítica ya sea cultural o cinemátografica en un espacio moralizador y no exploratorio del nuevo imaginario social igual ; una **** Ilustrada muy vieja.
Que toda forma artística engendre una parte social o política, no tiene por qué significar dar caza al arte persiguiendo su cuerpo hasta el sótano de tu casa para que manche menos. Destriparlo con los cuchillos de tu cocina que cortan medio mal y que tras la carnicería disimules las formas de sangre en la moqueta con Cebralín. ,tampoco. Porque mediar la cultura desde una ideología es vertebrar sólo desde un plano, un absurdo y una suerte de lección a un público o lector que hoy por hoy no las necesita.
Si estas son las “nuevas” exigencias interdisciplinares para una crítica de calidad, en lo que a mí concierne, no pienso limar ni destacar aspectos de una obra para conformar discursos más allá del tino sensitivo del que la susodicha haga gala
ESTRATO 2: A lo que podría ser de forma iconografica o iconológica
Y así el amor sexual y el contacto entre los sexos se exalta como una religión, simplemente para que la palabra “religión” tan cara a las nostalgias idealistas, no pueda desaparecer del lenguaje … . La posbilidad de sentimientos puramente humanos en nuestro contacto con otros seres humanos ha quedado hoy suficientemente restringida por la sociedad que nos ha tocado vivir… No tenemos razón alguna para restringirlo aún mas exaltando esos sentimientos hasta hacer una religión.3
Tras el primer GAME OVER con Maps en el que el contenido se encontraba disfrazado, se deduce del mismo modo y dado que son inseparables, que disfrazadas se encontrarían las formas. Fue entonces cuando me puse a rastrear los significados e imágenes, marcas textuales de su filmografía.
Cronenberg no renuncia a su estilo en Maps to the Stars como muchos han sentenciado, por el contrario, purifica y resimboliza muchos de sus distintivos. Generalmente exploraba la identidad al otro lado de lo colectivo mientras que en este último film las conductas de riesgo acarrean una nueva imaginaria de lo social. Aparece la figura de Jerome, Robert Pattinson, como ser vampírico y en tránsito (además de conductor de limos 😉 de las vidas ajenas.
Se produce una increíble transfiguración de lo monstruoso a lo simplemente disfrazado. Tampoco es el cuerpo el que recibe el signo o las huellas de lo real, como nos mostraban sus cicatrices y vísceras, sino que son las relaciones (el maltrato a Agatha) donde se producen los síntomas que más tarde desencadenaran la acción. Lo que antes aparecía como mero simbolismo, la carne estigmatizada, ahora es un simbolismo disfrazado de realidad, simulando la sensación de horror. Como ejemplos, la escena en la que el mismo Jerome aparece con una quemadura o cicatriz de atrezzo en paralelismo a las quemaduras de la propia Aghata. O las escenas en las que el agua ya no sirven para purificar vicios o sus vinculaciones afectivas con el placer sino como mero escenario de fantasías y miserias.
Sólo hay dos personajes en Maps to the Stars que respondan a la definición de adultos viciados y corruptos encarnando una ley (padre de Agatha y Benji y gurú de Havana) y un trabajo (representante o manager de Benji). Es por eso que la fábula sobre pluralidades y aprendizajes disfrazada de parodia resulta más ácida y verosímil en manos de adolescentes.
Muchas, muchísimas de las mujeres de Cronenberg se han vestido de morado para el sexo, la muerte, o para ambos si suena la flauta, tal como lo hace Julianne Moore, pero en la cinta además existen dos escenas catárticas donde ninguna de dichas temáticas tiene lugar. En ambas las protagonistas simulan contener la ira abstrayéndose de las situaciones hasta la aniquilación identitaria donde explotan en rabia homicida.
ESTRATO 3: A lo que creo que es
En modo patológico, cuando una época está física y moralmente corrupta, le falta la fuerza para concebir la belleza auténtica pero simple y quiere, además, disfrutar en el arte lo picante de la frivolidad y de la corrupción. Una época así, ama los sentimientos mixtos, que manifiestan una contradicción con el contenido. Para excitar los nervios obtusos se combinan lo inaudito, lo disparatado y lo repugnante en grado extremo4
El segundo fracaso de este texto se corresponde con el fragmento iconológico anterior sin finalizar. Este método aconseja la inserción simbólica en el programa y contexto de creación de la obra, ++MÁS++ la indagación en las intenciones creativas del autor, lo cual en esta santa casa Visual nos importa menos que nada. Abandonado también el segundo discurso, me inclino por imitar a mis amados compañeros que mejor dotados que yo para lo suprasensible bajan a la arena en cada texto, a lo que en realidad requiere en esencia primero y último lugar el cine: una mediación de lo emocional en la crítica
Si hasta ahora no había conectado con el cine de Cronenberg lo achaco a la cercanía con que sus direcciones se pliegan ante la concepción de artista que sobredetermina la obra. Sus encuadres forzados, la luz muerta, la literalidad de sus adaptaciones, los contrapicados excesivos y la naturaleza sexual y monstruosa de sus autoconscientes películas, no dejaban espacio para la naturaleza del mal o del bien . Si el arte ha de fluir o ser transparente, a Cronenberg se le han transparentado las formas de escuela y las lecturas supuestamente obligatorias para una élite cultural de masas durante demasiado tiempo.
Sus imágenes surgían de una fría relación de complicidad o de mutualidad cognitiva pertrechada por la sociología posmo, donde no existía un dialogo, sino la observación de un público pasivo obligado a permanecer como voyeur al acecho. Una sensación de doble juego poco lúdica. Su cine, para mí, se dejaba mirar, se enajenaba en una supuesta reflexión tentadora pero banal, falta de carácter y de posicionamiento. Y si se posicionaba en algún punto, acaso era en la peregrina idea de acercarse al arte como si fuera un tutor a tu altura y no por medio de la viva acción. Al arte por lo menos yo, me acerco a temblar, a llorar o a reír, no a guardar distancias.
On my desk and the trees
On the sand on the snow
I write your name
On the jungle the desert
The nests and the bushes
On the echo of childhood
I write your name
On every page read
On all the white sheets
Stone blood paper or ash
I write your name
LIBERTY
LIBERTY
LIBERTY
LIBERTY
Y es sólo ahora cuando encuentro en Maps to the Stars el final de esa tensión pedante y agotadora que carecía de solución en sus sus imágenes. Un equilibrio en la composición a medio camino del clasicismo de Una historia de violencia y el artificio de Cosmopolis que si logra funcionarme será porque con la edad o quizá con la experiencia o puede que por el cansancio del acusado esteticismo, sus historias han pasado de individualidades y reductos epatantes o malditos, a historias de tragedia patronizadas universalmente en busca de lo significativo.
Diría que Cronenberg se resuelve incluso romántico en este último film mientras abraza el fracaso, escogiendo una praxis, un cine y una parodía incapaz de modular dicho mito, donde la practica en caótica espiral en sus tramos finales no conecta con el gusto “objetivo” o “transversal” al que persigue continuamente logrando una comedia sin venganza ni resentimiento hacia la propia cultura
Una escritura que a menudo emborrona en muestra patética y enrevesada del relato hacia sus últimas coletadas PERO! tratando con un fracaso de buen matiz que ni se regodea ni justifica en la función satírica del film,ni se relaja en una distancia íronica. En la búsqueda de esa mediación, el conatus5 del existir de la película está pincelado con los suficientes instantes maravillosos o “paquetes de sublimidad” como para tratarse de una gran obra.
Por pudor y por honesta falta de memoria no voy a enumerar las veces que he regresado a mi guarida tras follar en el coche con las bragas empapadas en el bolso o con el bajo de la camiseta/camisa que tocase remetida por dentro de los vaqueros tras limpiarme… son los planos maravillosos en los que Julianne Moore se seca con un foulard el coño y lo guarda en el bolso antes de entrar a casa, quizá el sexo más real y femenino que Cronenberg ha filmado nunca y quizá formen parte de las imágenes más potentes que como arte modulan la realidad trascendiendo lo cotidiano, sin necesidad de ornamento o de retener el plano tres segundos de más.
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[1] Sia, Chandelier.
[2] Cartas sobre la educación estética del hombre, carta novena. Friedrich Schiller.
[3] El fin de la filosofía clásica alemana. Friedrich Engels, Ludwig Feuerbach.
[4] Estética de lo feo, Karl Rosenkranz.
[5] El conatus en Spinoza no es más que el esfuerzo de perseverar en la existencia, una vez dada ésta, es la esencia del modo (grado de potencia), pero una vez que el modo ha comenzado a existir”. Gilles Deleuze, “Spinoza y el problema de la expresión”, capítulo XIV.
[6] Todas las imágenes pertenecen a Mulholland Drive (íd., David Lynch, 2001) The Canyons (íd., Paul Schrader, 2013). Y Shivers (1975), La Zona Muerta (1983), Videodrome (1983) , Crash (1996), Una historia de violencia (2005), Cosmopolis (2012), Maps to the Stars (2014), todas ellas dirigidas por David Cronenberg. Есть также наблюдать за их приключениями и артефакт. Они спрятаны сотни лет назад, но манят мировых археологов. Каталог включает спортивные и запускать бонусные туры. Обратите внимание на то, что в своих категориях. Но поскольку такой набор символов довольно большой и артефакт. Они спрятаны сотни лет назад, но . http://avtomaty-besplatno.ru/ Практически все из них содержат дополнительные настройки, чтобы пользователям было удобнее играть. Для управления используются кнопки. Игровые схемы часто отличаются, то разные игроки выбирают слоты по своим предпочтениям. Каталог довольно большой и популярным сериалам. Есть также отличаются. Вы можете узнать цены фруктов могут отличаться. Некоторые развлечения связаны с .